aMaría

Alegría de verte,

tristeza de ya no tenerte

un domingo por la tarde

y que en el sillón aguardes.

Una caminata a tu lado

que termine con un abrazo apretado

o un café de olla, quizá.

Ese entusiasmo por salir cada día a la calle

no hubo nadie quien lo pare.

Te seguí y me seguiste

tu sabes cuanto nos quisiste

para darnos tu carta de amor

a través de tu sentido del humor.

De azul se pintó el cielo

para que te reunieras con mi abuelo

Para que recorrieran las estrellas

como en Madrid, donde dejaron huellas

María, llevas la palabra amor en tu nombre.