top of page

ansiedad

He tratado de no dejar entrar en mi vida a una vieja amiga

Llega cuando menos lo espero, sin avisar.

Me entorpece y en ocasiones me hace llorar.

Ha sido parte de mi vida

Intento no escucharla.

En ocasiones no me deja cerrar los ojos al dormir.

Lo que me dice se convierte en ruido

Necesito aprender a ignorarla.

1,2,3 me impide pensar

1,2,3 me hace dudar

Un día quise que hacer las paces.

Intenté comprenderla

Dejé que hablara

Por un momento pensé que podíamos convivir

Abrazar cada uno de sus palabras.

Comencé a volverme valiente.

Tomar lo bueno

Crear un nuevo reto

1,2,3 empecé a escuchar

1,2,3 empecé a bailar

Se volvió un eco

Quise volver a volar.

Me hizo más fuerte

Dejé de dudar

Encontré paz dentro de mi

y en mi alrededor

También en los libros que leo y las letras que escribo

En las calles y en los museos.

Lucho contra ella y conmigo, pero vuelve.

1,2,3 me pongo a respirar

1,2,3 necesito hablar con mi papá

Vuelve cuando desconozco un lugar

o cuando me pierdo al manejar.

Su visita se prolongó cuando vi los edificios temblar

al son de la alarma conocida y terrorífica.

Regresó cuando vi las noticias del desastre

y tomé el primer camino a casa que pude encontrar.

También volvió cuando cuando el amor que pensaba que era para siempre se fue,

cuando él me dejó de hablar y yo no paraba de llorar.

En otras ocasiones, vuelve para recordarme que puedo con esto

y más.

Por eso, cuando mi vieja amiga toca la puerta,

pienso en las veces que no me dejaba dormir.

Ahora solo veo a través de la mirilla

y agradezco cuando quiere saludar

deseando que no vuelva a visitar.


© 2023 by Salt & Pepper. Proudly created with Wix.com

bottom of page